Los parásitos externos, también
llamados ectoparásitos, son aquellos que se sitúan en la superficie del animal.
Todos los conocemos e incluso los hemos sufrimos en nuestras propias carnes
alguna vez. ¿A quién no le ha picado un mosquito, por ejemplo? Hay muchos y muy
variados que afectan a nuestras mascotas: moscas, mosquitos, pulgas,
garrapatas, piojos, ácaros…
La importancia de los
ectoparásitos radica no sólo en que causan enfermedades y problemas en los
animales de compañía, sino que representan un peligro para la salud humana ya
que muchas de esas enfermedades se pueden transmitir al hombre. Por lo tanto,
el control de estos ectoparásitos ha de ser una de las principales prioridades
que ha de tener el dueño de una mascota, no solo por el bien de su animal, sino
por el de su hogar e incluso el de su ciudad.
Así pues hablaré someramente de
los más importantes:
GARRAPATAS
Son unos arácnidos pertenecientes
al grupo de los ácaros. En España, son tres las especies de garrapatas que
parasitan al perro en condiciones naturales:
Rhipicephalus sanguineus, Ixodes ricinus y
Dermacentor reticulatus. Pueden producir heridas por picadura pero
sobre todo transmiten enfermedades pues son portadores (vectores) de
microrganismos. Entre estas enfermedades las más importantes son la
ehrlichiosis, la piroplasmosis o babesiosis, la hepatozoonosis, la enfermedad
de Lyme y la hemobartonelosis, entre otras. Ponen los huevos en arena, bajo piedras,
en grietas de las paredes, cerca del suelo. Su desarrollo depende de la
temperatura ambiental pero sobreviven al invierno. Una vez eclosiona el huevo,
las larvas trepan por la hierba y arbustos y se agarran al animal que pase con
las uñas. Se fijan con la mandíbula e ingieren sangre.

La lucha contra las
garrapatas es importante ya que producen lesiones en la piel, enfermedades en
los animales por inoculación de microrganismos, y enfermedades en las personas.
Contrariamente a lo que se cree, y debido al carácter antropófilo (preferencia
por construcciones humanas y zonas ciudadanas en las que existe un mínimo de
vegetación) de algunas especies (sobre todo Rhipicephalus), pueden permanecer
activas durante todo el invierno y encontrarse sobre sus hospedadores a lo
largo de todo el año en proporciones variables. Por ello no hay que descuidarse
en invierno en la aplicación de antiparasitarios externos en nuestros animales
creyendo que en esta época no hay peligro.
PULGAS
Son insectos sin alas, marrones o negros y con el cuerpo aplanado
lateralmente. Las especies de pulgas que afectan a nuestras mascotas son Ctenocephalides spp. Su ciclo de vida
pasa por cuatro fases: adulto-huevo-larva-pupa. Al igual que las garrapatas,
requieren para su desarrollo ciertos niveles de temperatura y humedad. Su ciclo
se completa, dependiendo de estas condiciones ambientales, entre 14 y 140 días.
Las pulgas depositan los huevos en el pelo del animal. Estos huevos caen en los
lugares por donde pasa el perro o gato y se alojan en grietas del piso, camas,
alfombras…
La confirmación de la presencia de
pulgas se realiza fundamentalmente cuando las vemos, pero a veces es complicado
verlas sobre todo si nuestra mascota es de pelo negro. Por ello también podemos
sospechar de su presencia al visualizar las heces de las pulgas: son como
restos negros o marrones en la base del pelo. Muy importante: aunque no veamos
a las pulgas no quiere decir que no estén.
Las pulgas pueden causar picor y
molestias (los animales se rascan continuamente). En aquellos animales
alérgicos producen DAPP (Dermatitis Alérgica por Picadura de Pulga). Se debe a
un estado de sensibilización del animal a la saliva de la pulga produciendo
inflamación de la piel, mucho picor y caída del pelo. Se nota sobre todo en la
región lumbosacra, abdomen, cara y cuello. Además las pulgas también pican a
las personas y transmiten muchas enfermedades al hombre; en el perro son
hospedadores intermediarios de Dipylidium
caninum (un tipo de tenia)
Los mosquitos son
insectos alados. Las hembras poseen un aparato bucal adaptado para succionar
sangre. Algunos géneros como Aedes, Culex y Anopheles transmiten enfermedades a
nuestras mascotas, como la
Filariosis o Enfermedad del Gusano del Corazón.
Esta enfermedad se distribuye
fundamentalmente por Canarias, Andalucía, Valle del Ebro y Levante. Aquellos
perros que vivan o viajen a estas zonas deben tomar medidas preventivas.
El mosquito, al alimentarse de la
sangre del perro, inocula microfilarias en el torrente circulatorio del animal.
Estas microfilarias, cuando son adultas, se alojan en la parte derecha del
corazón y en venas pulmonares, y producen insuficiencias cardíacas y
respiratorias.
Los síntomas de esta enfermedad
son tos crónica, respiración acelerada, fatiga, colapso por insuficiencia
cardiaca durante el ejercicio, apatía y decaimiento.
Dejamos pendiente para otro blog
el hablar sobre esta
enfermedad.
Las moscas del género Phlebotomus son las
responsables de la transmisión de la Leishmaniosis. Aunque todo el mundo hable
de la “Enfermedad del mosquito”, la Leishmaniosis está transmitida por un
insecto que en realidad es una mosca y no un mosquito. También se la conoce
como “mosca de la arena”. Esta enfermedad está distribuida
por toda nuestra geografía, sobre todo en la cuenca Mediterránea y en Madrid.
Este tipo de mosca cesa su actividad por debajo de 18 ºC con lluvia y viento.
En cambio hay que extremar las precauciones en primavera y otoño sobre todo al
atardecer y al anochecer. Afortunadamente desde el 2012 tenemos métodos de prevención de esta enfermedad mucho más eficaces que hasta ahora, como la vacunación.
Pero al igual que con la
filariosis, abordaremos el tema de la
leishmania en otro blog.

ÁCAROS
Cheyletiella spp
También conocido con el nombre de
“caspa andante”. Es un ácaro muy superficial que produce un picor moderado. Se
transmiten con mucha facilidad por contacto directo o bien a través de
cualquier objeto, mantas, camas, toallas…
Demodex canis
Ácaro alargado, residente
habitual de la piel del perro, habita en los folículos pilosos y glándulas
sebáceas de la piel. Produce una enfermedad inflamatoria de la piel llamada
Demodicosis. Esta enfermedad aparece cuando, por cualquier circunstancia,
disminuyen las defensas del animal permitiendo al ácaro reproducirse de manera
anormal.
La demodicosis puede ser
localizada (lesiones leves como pequeñas zonas sin pelo en la cara y/o
extremidades anteriores fundamentalmente. A veces desaparece de forma
espontánea y no suele producir mucho picor) o generalizada (puede ser una
evolución de la localizada. Múltiples zonas sin pelo y descamación. Suele
complicarse con infecciones bacterianas secundarias y hay prurito moderado)
Se diagnostica mediante raspados
profundos de la piel, pero hay que tener en cuenta que aunque un raspado salga
negativo no se puede descartar la enfermedad porque estos ácaros a veces son
difíciles de coger.
Ácaro redondo causante
de la Sarna sarcóptica (dermatitis que cursa con prurito muy intenso, y es muy
contagiosa, no solo por contacto con animales infectados sino también a través
de objetos como mantas, toallas…) Puede contagiarse a personas.
Las lesiones se extienden
rápidamente y aparecen principalmente en codos, rodillas, punta de las orejas y
vientre.
Al igual que el Demodex, se ven
muy mal en los raspados de piel ya que viven en capas profundas.
Notoedres cati
Produce sarna en los gatos, se
transmite con facilidad y produce picor muy intenso. Aparecen zonas sin pelo y
costras amarillentas y la piel se engrosa.
Se diagnostica mediante raspados
de piel.
Otodectes cynotis
Es el ácaro de los oídos.
Parasitan el conducto auditivo y al irritarlo hacen que se produzca mucho
cerumen de color marrón-negruzco. Producen mucho picor. Se transmite fácilmente
por contacto directo entre animales que viven dentro del mismo hábitat.
El diagnóstico se realiza
mediante la sintomatología, por la observación directa de los parásitos en el
conducto auditivo o mediante observación al microscopio de muestras de cerumen
tomadas con un hisopo o bastoncillo.