miércoles, 26 de noviembre de 2014

El otoño y las setas


El otoño, con sus frecuentes lluvias, es época de setas. La curiosidad de nuestros perros puede hacer que coman alguna de esas setas en su salida al parque o al campo.

Las setas venenosas para los perros son las mismas que para las personas. No existen reglas simples que permitan identificar las setas venenosas. La “tradicional” creencia de que las setas venenosas ennegrecen el ajo o la plata, u otros métodos “clásicos” para diferenciar el tipo de seta son falsos. La única forma de saber si una seta es comestible o no, es conocerla perfectamente, lo que no es fácil.




La ingesta de setas venenosas puede producir desde síntomas gastrointestinales como vómitos  hasta alteraciones neurológicas, renales o hepáticas, e incluso la muerte, dependiendo del tipo de seta ingerida. La gravedad de los síntomas dependerá también de la cantidad de seta que nuestro perro haya comido.

Los síntomas graves no siempre aparecen justo después de comer las setas venenosas. A menudo aparecen varios días después de su ingestión.

Si nuestro perro está medianamente educado, quizá huela la seta, la chupe, pero no se la coma, con lo que en principio el problema quizá no pase de una leve diarrea o algún vómito. En cualquier caso, ante la duda, siempre será aconsejable visitar al veterinario.