Se llama Síndrome de Disfunción Cognitiva al conjunto de cambios de
comportamiento que aparecen en algunos perros o gatos mayores debidos a un
proceso degenerativo del sistema nervioso central. Este problema crónico y
progresivo tiene un impacto significativo en la vida de los animales de edad
avanzada y sus propietarios. Los cambios que se producen en la conducta del perro
o gato pueden ser muy frustrantes para el dueño. La terapia médica pretende
reducir el impacto de estos problemas y retrasar el avance de la enfermedad.
La principal causa de este síndrome
es la reducción del riego sanguíneo en el cerebro junto con la acción de los
radicales libres, que, al ser tóxicos para las neuronas, aceleran su
envejecimiento.
Algunos de los síntomas
que puede producir son:
- Pérdida de los hábitos de micción y defecación (el perro
orina y defeca en casa; defeca u orina en la zona de descanso, sale a la calle
pero elimina al volver a casa…).
- Cambios en la memoria y el aprendizaje (tarda en reconocer
a gente de la familia, no responde a órdenes conocidas, es incapaz de aprender
tareas nuevas…)
- Confusión o desorientación (va hacia el lado equivocado de
la puerta, se pierde en lugares familiares…).
- Cambios en la conducta social (ha descuidado su conducta
de higiene, tiene problemas con la jerarquía social, tiene sobredependencia…)
- Alteraciones en el sueño (duerme de día, se pasea de noche…).
- Cambios en su actividad (presenta mirada fija o perdida, muerde
objetos, deambula, presenta vocalización excesiva, su apetito se ha alterado, está
apático…)
- Ansiedad,
irritabilidad (está más inquieto o agitado, se muestra agresivo lo que podría
ser el reflejo de una falta de la capacidad de reconocimiento de los miembros
de la familia…)
¿Cómo se diagnostica?
Lo que primero hay que determinar
es si los cambios de conducta mencionados pertenecen al Síndrome de Disfunción
Cognitiva o se deben a otro problema médico. Habrá que realizar un chequeo
geriátrico que incluya analítica sanguínea completa y que descarte la
existencia de patologías clínicas que justifiquen estos cambios de conducta. Existen
estados demenciales secundarios debidos a una serie de trastornos (hipoglucemia,
enfermedades infecciosas, trastornos tiroideos, uremia, lesiones cerebrales,
tumores…) algunos de los cuales si se diagnostican y tratan a tiempo, pueden
remitir, desapareciendo así el cuadro de demencia.
Muchos de estos problemas no
llegan a las consultas veterinarias porque los propietarios piensan que los
cambios de conducta que tiene su animal son normales considerando su edad.
Cuanto más avance la enfermedad menor respuesta obtendremos
con el tratamiento llegando a agravarse los síntomas y deteriorando la calidad
de vida del animal.
¿Cuál es el tratamiento?
El Síndrome de Disfunción
Cognitiva no tiene cura pero sí se pueden reducir los síntomas de forma que
nuestros animales puedan tener la mejor calidad de vida. El tratamiento consiste
en medicación y dieta especial (consulte a su veterinario) y cambios en el
entorno de nuestros animales para adaptarlo a sus necesidades, como aumentar la
frecuencia de salidas en el caso del perro para evitar una eliminación
inadecuada (orinar en casa) o reubicar las cajas de arena de los gatos para
facilitarles el acceso. No debemos castigarles
ni exigirles la realización de conductas que antes efectuaban con absoluta
normalidad.
Es importante mantener un
ambiente en casa tranquilo adecuado a la edad de los animales, ya que la falta
de comprensión por parte de los dueños puede generar ansiedad que empeore su
estado.
Nuestros animales geriátricos van
a necesitar de todo nuestro cariño, comprensión y cuidados especiales para
proporcionarles la mejor calidad de vida.