
Corta el pelo sobre la herida para visualizarla mejor (cuidado con la tijera si tu animal se mueve mucho) y no menosprecies heridas pequeñas si perforan la piel, puesto que el desgarro subcutáneo o interno puede ser importante y en un breve espacio de tiempo se puede formar un gran absceso.

En las orejas hay que vigilar la formación de otohematomas; en este caso no hay herida en piel, pero a consecuencia de un traumatismo se rompe algún capilar y se acumula sangre entre la piel y el cartílago. También habrá que valorar la necesidad de dar puntos en los desgarros de los márgenes de la oreja.
En cualquier caso, a no ser que tengas muy claro que tu mascota sólo ha sufrido un simple rasguño (en ese caso con el rasurado y las curas locales será suficiente), siempre es mejor que lo examine un veterinario lo antes posible para reducir los posibles problemas secundarios y conseguir que tu animal se cure más rápidamente.
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