lunes, 4 de marzo de 2013

Procesionaria del pino


La Procesionaria del pino produce importantes daños, especialmente en Pinos, aunque también ataca a Cedros y Abetos. Lepidóptero típicamente mediterráneo puede localizarse por toda la Península y en Baleares.
En verano aparecen las mariposas de Procesionarias del pino; la hembra pone los huevos en las hojas de los árboles. Las orugas nacen a los 30-40 días de la puesta, es decir, entre mediados de septiembre y mediados de octubre.
Las orugas construyen nidos de seda que les sirven de refugio para pasar los fríos del invierno. Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de Procesionaria; se entierran y ocultan dentro de un capullo.
La oruga posee unos pelos urticantes con una sustancia tóxica; la curiosidad del perro al ver estos insectos y acercarse a ellos supone una amenaza para las orugas, que disparan los pelos de su dorso; éstos se clavan en la cara del perro, se produce histamina y se origina la urticaria. En este momento el propietario del animal podrá notar la intranquilidad del perro, que podrá jadear, babear y querrá frotarse la cara para reducir el picor. Es en este momento cuando deberá acudir rápidamente al veterinario pues en poco tiempo pueden aparecer síntomas mucho más graves como inflamación de la lengua (que puede necrosarse perdiendo un trozo de la misma), inflamación de labios y mucosa oral, eritema, angioedema, conjuntivitis, blefaritis, queratitisSi se deja progresar la sintomatología se pueden llegar a tener signos generales como disnea, edema laríngeo (sobre todo por ingestión de orugas), hipertermia, convulsiones, respuesta inflamatoria sistémica hasta coagulación intravascular diseminada y consecuente muerte. Como medida de urgencia antes de llegar al veterinario se puede lavar la lengua o la zona afectada con agua caliente, ya que el calor desactiva la toxina. Otras alternativas son el vinagre o el jabón; nunca se debe frotar la parte lesionada, ya que así romperemos los pelos dañados liberando después la toxina.

Si hay nidos en nuestra propiedad, debemos podar las ramas, o sacar de ellas los nidos de orugas protegiéndonos los ojos y las manos, teniendo cuidado de que el nido no caiga bruscamente y no hacerlo en días de viento (así evitaremos el desprendimiento de pelos). Tenemos que quemar los nidos o fumigarlos con insecticidas a final de verano y principio de otoño.
Procura no pasear con tu mascota durante la primavera por zonas con pinos, cedros o abetos; echa un vistazo a las copas de los árboles y si ves nidos (son como "algodón de azúcar")...¡huye!

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